Dos arquitectas y profesionales voluntarias de Fundación Trascender son las encargadas de asesorar a la organización en la regularizar de la casona ubicada en el barrio más antiguo de Santiago, el Yungay, declarado como zona de conservación histórica y típica de la capital. En la actualidad, la casa es administrada por una organización sin fines de lucro que busca reforzar la calidad de sus servicios sin afectar la estructura de la propiedad.
Se trata de la Corporación Nuestra Casa, que a través de diferentes escenarios trabaja para superar la exclusión social que produce la situación de calle, a través del encuentro verdadero entre personas. Uno de ellos es la Residencia Solidaria, en la cual refugia y entrega las herramientas necesarias para dar este importante paso de superación.
La Residencia Solidaria ha sido habitada por más de dos mil personas y se hace indispensable regularizar su infraestructura, para mejorar las condiciones de los residentes e incorporar otros aspectos que son propios de una residencia que alberga a 34 personas. A la fecha solo se cuenta con un plano de alcantarillado de 1910, lo que advierte de la antigüedad e historia de dicha casona.
Dana Cerda, una de las arquitectas voluntarias a cargo del proyecto, cuenta que los documentos deben ser presentados primero ante el Consejo de Monumentos Nacionales de Chile y la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo de la Región Metropolitana, para luego ser solicitados los permisos ante la Municipalidad de Santiago.
Por otra parte, Dana se refirió al trabajo como voluntaria indicando que “es súper satisfactorio sentir que tienes herramientas profesionales y competencias que le sirven a las organizaciones para salir adelante” y agradeció la disposición de la profesional voluntaria Jessica Peña para trabajar en conjunto por este proyecto. “Siento que esto tiene mucho más valor e impacto que los trabajos privados que son remunerados”, agregó.
La directora ejecutiva de Nuestra Casa, Isabel Lacalle, comentó que “es una alegría tremenda contar con apoyo para resolver este problema que teníamos pendiente, para nosotros era impensable en términos económicos pagar arquitectos para realizar todos los trámites que se deben hacer”. Además, agradeció a Trascender indicando que “hoy día hemos logrado que los honorarios profesionales sean gratuitos gracias al voluntariado y eso es un tremendo aporte para nosotros”.
Con respecto al trabajo, Isabel indicó que en honor al tiempo las reuniones se están desarrollando de forma remota y solo queda esperar el avance del proyecto para que la Residencia Solidaria continúe ofreciendo a las personas en situación de calle un hogar temporal y acogedor, que cuente con los servicios básicos de una vivienda.