Asesoría pro bono redefine oferta comercial de Fundación Quillagua

Redefinir la oferta comercial de Fundación Quillagua, junto con la revisión de su plan de ventas, fue el objetivo de la asesoría pro bono que lideró el publicista e ingeniero comercial Juan Pablo Salcedo, perteneciente a la red de voluntarios de Trascender, para otorgarle una mayor fortaleza financiera a esta organización sin fines de lucro, que se dedica a trabajar con personas en situación de vulnerabilidad.

Una de las líneas de trabajo de la fundación es la educación, a través de programas ejecutados en colegios vulnerables de Santiago, donde aborda temas como la convivencia escolar, la gestión pedagógica, la gestión de recursos y el liderazgo. 

Quillagua entiende que la buena convivencia escolar es importante no solo por ser uno de los pilares fundamentales para generar un clima adecuado de aprendizaje, sino también porque influye directamente en la construcción de una experiencia positiva para la comunidad escolar.

“Antes de comenzar la asesoría, no teníamos muchos lineamientos, ya que se habían incorporado nuevos profesionales a la fundación. Estábamos sobre la marcha arreglando las cosas que se habían realizado”, comentó Joan Toro, encargada de comunicaciones y diseño de Fundación Quillagua. “Teniendo este panorama, llegó Juan Pablo a ayudarnos con los temas pendientes, dirigiéndonos y viendo las mejores opciones para sacar el trabajo adelante”, agregó.

Inicialmente, solicitaron a Trascender la asesoría de un profesional voluntario para mejorar su plan de ventas en convivencia escolar, ya que la organización necesitaba llegar a más establecimientos educacionales para poder sustentarse económicamente. Sin embargo, durante las primeras conversaciones, se detectó que para ampliar el enfoque a otros colegios, era necesario consolidar la relación con los actuales.

Juan Pablo Salcedo, publicista e ingeniero comercial, es voluntario de Trascender y del MBA de la Universidad Católica. Su primera tarea fue redefinir la oferta de servicios ofrecidos a colegios con el fin de fortalecer la relación con los actuales establecimientos educacionales con los que estaban trabajando. “El nivel de compromiso que tenía Joan con la implementación de las tareas y acciones que se acordaban fue clave. He realizado varias mentorías y este nivel de involucramiento es ideal a nivel operativo”, indicó. 

Agregó que “aportar un pequeño granito de arena para mejorar la calidad de la educación en colegios vulnerables es un gran alimentador personal y profesional. Siempre puedes aportar y dar tu experiencia a quienes realmente lo necesitan, no por un objetivo comercial, sino social, que es lo que nos mueve hoy para ser mejores personas”. 

La asesoría benefició directamente a los encargados del área de educación de Fundación Quillagua, como también a la comunidad escolar en la cual se ha mejorado y se continuará trabajando en temáticas de convivencia escolar.

James Silvestre

25 de julio de 2019