Mujeres reciben capacitaciones que benefician su reinserción laboral y el cuidado de su salud mental

Tanto en la región Metropolitana como en la de O’Higgins se llevaron a cabo dos programas destinados a beneficiar a mujeres, entregándoles herramientas para su reinserción al mundo laboral —dependiente o independiente— y apoyándolas en el cuidado de su salud mental. Ambas iniciativas desarrolladas y coordinadas por Fundación Trascender a través de profesionales voluntarios.

“Emprendiendo Juntas”, impulsado por el Centro de Estudios de Justicia y Sociedad de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y “Mujeres Jefas de Hogar”, a cargo de la municipalidad de San Francisco de Mostazal, fueron los programas realizados, que beneficiaron a más de 30 mujeres de ambas regiones.

Sesión del programa «Mujeres Jefas de Hogar»

Emprendiendo Juntas

“Emprendiendo Juntas” buscó que mujeres con antecedentes penales adquirieran las habilidades y los conocimientos necesarios para una posterior reinserción laboral y social.

El módulo de “Alfabetización Digital”, una de las etapas del proyecto, fue liderado por el área de Gestión Territorial de Fundación Trascender, entre ellas, Elizabeth Silva, Constanza Ramírez y Judith Muñoz, quienes generalmente crean el vínculo entre un profesional voluntario y las organizaciones sociales, pero que esta vez decidieron vivir —como equipo de la región Metropolitana— la experiencia del voluntariado. 

Se organizaron cuatro sesiones, distribuidas entre enero y febrero de este año, donde el propósito era que las usuarias, quienes principalmente son de La Pintana y otras comunas aledañas, en el sector sur de Santiago, aprendieran a utilizar diversas plataformas virtuales. De esta forma, con capacitaciones de carácter introductorio, se les enseñó a manejar Zoom —aplicación que utilizaron para llevar a cabo las sesiones—, acceder a portales de búsqueda de empleo y a postular en la web, a realizar trámites laborales de manera online, y a usar redes sociales. 

“En el transcurso de la actividad hicimos modificaciones en cuanto a la metodología de las sesiones, porque no todas se manejaban con plataformas digitales o les costaba mucho adecuarse a ellas. Y también, abrimos hartos espacios de diálogo, en los que las usuarias se expresaron y contaron sus vivencias”, afirmó la trabajadora social Constanza Ramírez, encargada de Alianzas Corporativas de la fundación y facilitadora de este módulo del programa.

De un total de 24 mujeres inscritas, en promedio 16 se beneficiaron con este módulo de “Emprendiendo Juntas”, el cual sigue en marcha y avanza hacia la introducción de las usuarias en el mundo laboral, para que luego decidan entre ingresar a un trabajo dependiente y/o iniciar un emprendimiento. 

Loreto Muñoz y Roxana Casas, investigadoras del Centro de Estudios de Justicia y Sociedad  de la Pontificia Universidad Católica de Chile, adelantaron que más de un 90% de las participantes ya ha optado por trabajar de forma independiente. Una de las mujeres ex privadas de libertad que prefirió esta opción es M.H. —se mantiene el anonimato a petición de la fuente—. “Este programa ha sido una nueva oportunidad, para incentivarme a crecer económicamente y ser parte de nuevo de la sociedad. Estoy muy contenta y agradecida, porque yo pensé que por tener antecedentes penales nadie me iba a ayudar. Y estoy ansiosa por ver los resultados de mi emprendimiento”.

Mujeres Jefas de Hogar

El programa “Mujeres Jefas de Hogar”, a cargo de la municipalidad de San Francisco de Mostazal, en la región de O’Higgins, favoreció aproximadamente a 15 mujeres a través de tres sesiones dirigidas y organizadas por cuatro profesionales voluntarios —la periodista Carolina Núñez y los psicólogos Óscar Solís, Nicole Zebil y Carolina Hernández— coordinados por Fundación Trascender.

Las capacitaciones, realizadas entre enero y febrero por videoconferencia, tuvieron por objetivo apoyar a las usuarias en cuanto a su salud mental. “Hubo un trabajo en equipo súper bueno, donde tanto nosotros como voluntarios como los encargados municipales del proyecto estuvimos muy presentes y comprometidos. Uno de los temores que tuvimos guardaba relación con el formato digital de la actividad, si nos iba a resultar a distancia, y se pudo gratamente”, manifiesta Carolina Núñez, una de las voluntarias.

Fue así como en la primera y segunda sesión abordaron el autocuidado y la gestión de sus emociones; y en la tercera, la crianza de los hijos durante la pandemia. “Las sesiones fueron muy útiles, porque pudimos intercambiar miradas y compartir nuestras experiencias. Nos fuimos dando cuenta que habíamos vivido situaciones similares en el último tiempo y en nuestras vidas en general, y que podíamos apoyarnos las unas con las otras, dándonos consejos, dejando juntas de sentirnos culpables de ciertas circunstancias”, dice María José Calderón, mujer beneficiada con el programa.

Al igual que el proyecto “Emprendiendo Juntas”, esta iniciativa avanza hacia una segunda etapa en la que ayudará a las mujeres emprendedoras por medio de sesiones de marketing digital.  

Montserrat Montecino

30 de marzo de 2021