Opinión: «Bienvenido el crecimiento, pero con mayor equidad»

Por años nos hemos enorgullecido como chilenos por ser el país más estable en Latinoamérica, con cifras de crecimiento positivas e indicadores económicos que atraen la inversión privada. Aun cuando muchas veces no estemos conformes con el ritmo de crecimiento, nos encanta ser “los mejores”. Pero pese a ser el compañero mateo del curso, somos al mismo tiempo el país más desigual entre nuestros vecinos, según el Coeficiente Gini, que mide el nivel de desigualdad de los países. Entonces, cabe preguntarnos si somos un país solidario. Porque crecemos, pero parece no alcanzar para todos.

Por Vicente Gerlach, director ejecutivo Fundación Trascender.

La baja en 8 puntos porcentuales del Índice de Bienestar 2019 respecto a la misma medición en 2018, se explica principalmente por factores financieros. La razón parece estar, justamente, en que por más que a mis vecinos les vaya bien, mi situación no parece cambiar pese al esfuerzo que ponemos para mejorar la posición en la escala social. Lo dijo recientemente el sociólogo Eugenio Tironi al referirse a la movilidad de la clase media, a raíz del ajuste de expectativas en materia de crecimiento: “La clase media de hoy sabe que por mucho que pedalee no llegará a la cima”. 

Por otro lado, según un estudio de Boston Consulting Group sobre la división de la riqueza indica que tan solo 140 personas concentran el 18% de la riqueza total de Chile. Por tanto, no sorprende que la percepción de bienestar en Chile haya disminuido, ya que vivimos en sociedad y, como tal, nuestro bienestar personal está completamente conectado al de los demás. No podemos esperar una mejora cuando vemos día a día que una parte del país es la que se enriquece y recibe los beneficios del crecimiento y estabilidad económica, mientras que la otra no parece salir del estancamiento en el que se encuentra. Es así como debemos preocuparnos de temas como el índice Gini por ejemplo, que no es un mero número sino que es una alerta importantísima de cómo evoluciona nuestro país.  

Resulta interesante cómo nos hemos acostumbrado a medir la «desigualdad» en vez de la «igualdad». Vivimos bajo un modelo económico que fomenta el individualismo frente a lo colectivo (sistema de capitalización individual de las AFP, por ejemplo), la competencia por sobre la colaboración, lo que afecta el cómo nos relacionamos, debilitando cada día más el tejido social en vez de fortalecerlo. En los países con más igualdad (o de menor desigualdad, según las mediciones de hoy en día) se han creado los mejores ambientes para el desarrollo y crecimiento económico. Y no solo eso, sino que dichos países son más seguros y tienen mayores niveles de participación y vida democrática activa.    

A pesar de que son buenos ejemplos, aún confío en que en nuestra sociedad chilena, con su propia idiosincrasia y cultura, podamos seguir avanzando hacia un país más solidario en sus relaciones humanas y con más conciencia sobre el planeta en que vivimos. En Trascender, aportamos nuestro granito de arena desde el voluntariado profesional. Tú, ¿desde dónde quieres aportar para que Chile siga creciendo, pero con mayor equidad?

Vicente Gerlach

2 de julio de 2019