Según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en Chile hay más de 1,2 millones de personas migrantes. Lideran los venezolanos, seguido de peruanos, haitianos y colombianos. Números que son interesantes desde el punto de vista laboral, ya que el 60% de la población migrante se concentra entre los 20 y 39 años.
Con ese contexto y en base a la adjudicación de un fondo ofrecido por la Red Apostólica Ignaciana para fortalecer la inclusión de comunidades migrantes en la Región del Biobío, Infocap propuso la realización de un curso de capacitación en panadería y pastelería, entregando competencias transversales asociadas al desarrollo humano, matemáticas, derecho laboral y protección social.
Los principales objetivos del proyecto conjunto entre Infocap y Fundación Trascender fueron potenciar la inserción laboral y social de personas en situación migratoria y que se encuentran radicadas en la provincia de Concepción, a través de la entrega de herramientas en torno al Sistema de Protección Social chileno.
Trascender fue la encargada de vincular profesionales voluntarios de su red para la aplicación de los módulos de protección social, institucionalidad y regulación migratoria, y derechos sociales, los que estuvieron a cargo de la trabajadora social María Rocío Menanteux, la abogada Marjorie Dinamarca y el administrador público Francisco Navarrete, respectivamente.
“Conseguir profesionales que dominaran las temáticas era un gran desafío, por lo que la coordinación con los voluntarios de Trascender fue clave, desde ahí, la capacitación cumplió con todos nuestros estándares de calidad”, comentó Joaquín Cortés, coordinador del Área de Formación Transversal de Infocap. “Los contenidos que se abordan ayudan a los participantes a entender cómo funciona el aparato burocrático estatal y así generar un proceso de inclusión real”, añadió Cortés.
Milton Neira, director regional de Fundación Trascender en Biobío, señaló que “los procesos migratorios están cambiando y además tenemos una cultura muy particular, por lo tanto, es fundamental que podamos generar instancias en donde los migrantes logren identificar características propias de nuestro contexto”.
Por su parte, Francisco Navarrete indicó que “he podido enseñarles cómo funciona nuestra cotidianidad en temas de educación, salud y empleo, explicarles por qué los recibimos así y por qué tienen que pagar por cosas que quizás en sus países no”. “Se ha hecho un gran trabajo colaborativo con las otras voluntarias”, agregó.
A través de una bonita actividad, Francisco entregó la bandera de su país de procedencia a los participantes, explicándoles que lo único que nos separa son esas banderas, porque compartimos una lengua y costumbres en común, y que, por lo tanto, siempre serán bienvenidos en nuestro país.