Planificación unilateral, gastos rechazados y enfoque transaccional fueron las tres principales barreras para la correcta implementación de programas de Voluntariado Corporativo al interior de las empresas, conclusiones obtenidas en la Mesa de Trabajo organizada por Voluntare y Fundación Trascender, y que contó con la participación de las empresas Colbún Energía, Sodimac, Adecco, Gasco, KPMG y Loreal Chile, además del Hogar de Cristo y Fundación Las Rosas.
El taller permitió conocer los distintos tipos de voluntariado profesional que se pueden realizar en las empresas, así como los beneficios y principales barreras y facilitadores para su implementación. Justamente, en cuanto a estos últimos, el grupo concluyó que los principales son los liderazgos positivos, el enfoque de alianzas y colaboradores con experiencias pasadas.
“El objetivo fue generar un espacio de colaboración y aprendizaje entre las mismas empresas, con tal de facilitarle el camino del voluntariado corporativo”, explicó Vicente Gerlach, director ejecutivo de Trascender.
Explicó que el taller comenzó con la descripción de los distintos tipos de voluntariado, los cuales parten con una mirada muy asistencialista y culminan en la aplicación de voluntariado profesional, donde el conocimiento de los empleados de la empresa se pone al servicio de organizaciones sociales. “Es lo que llamamos voluntariado profesional, ya sea basado en habilidades o, en su máxima expresión, en asesorías probono”, indicó Gerlach.
Así, por ejemplo, la donación de juguetes o artículos escolares, aunque son muchas veces necesidades muy sentidas por las organizaciones sociales, tienen un alcance asistencialista. “Pero es un buen inicio para despertar la veta social en los colaboradores”, dijo Gerlach. Luego, naturalmente, se avanza en el voluntariado tradicional, como la construcción de una plaza o la pintura de fachadas.
El tercer paso de este camino de voluntariado profesional es cuando el colaborador de una empresa dicta, por ejemplo, un taller de inglés para niños, aunque esa habilidad no la desarrolle en su trabajo diario. Y el cuarto escalón es cuando “el abogado de la empresa ayuda a una organización en la constitución de la sociedad, el ingeniero en la formulación de un proyecto o un plan de marketing, o el psicólogo laboral en un taller de fortalecimiento de equipo. Es lo que llamamos asesorías probono”, subrayó.
Para Yanina Kowszyk, directora ejecutiva de InnovacionAL y representante de Voluntare en Chile, red global de voluntariado corporativo nacida en España, «los objetivos de este grupo son entender el concepto y aplicación en el mundo corporativo del voluntariado profesional, conocer algunas buenas prácticas y casos de éxito en nuestro país y en el extranjero».
El voluntariado profesional corporativo, además de lograr un importante beneficio social en la comunidad impactada, también tiene relevantes oportunidades al interior de las empresas, como mejorar los niveles de lealtad de los colaboradores, permitir el desarrollo de habilidades blandas en los trabajadores, conectarlos con la realidad de las comunidades locales y contribuir a la reputación corporativa.
“El principal desafío de las organizaciones que desean implementar programas de voluntariado sustentables es diseñar programas de valor compartido, alineados a la estrategia corporativa”, señaló Andrea Guillet, jefa de Comunicaciones Internas de Colbún.
Claudia Ahumada, coordinadora de Voluntario del Hogar de Cristo, precisó que “los programas de voluntariado corporativo son muy relevantes para el crecimiento de la organización, debido a los diversos beneficios internos y externos que reportan. Pero, en la práctica, no saben cómo aplicarlos de forma sustentable en el tiempo”.
Las conclusiones finales del taller serán recopiladas en un documento, junto a casos de éxito y buenas prácticas de Voluntariado Corporativo, que se pondrá a disposición de la comunidad empresarial.