Vecinos de Hualpén trabajaron en proyecto paisajístico para mejorar calidad de vida

Desde que llegaron hace cuatro años a vivir en la periferia de la comuna, los vecinos de El Solar de Hualpén, ubicada en el Gran Concepción, en la Región de Biobío, han visto cómo las problemáticas medioambientales del sector están afectando su calidad de vida. Junto a arquitectos voluntarios de Trascender, trabajaron en un proyecto de intervención paisajista del entorno.

Lía Seguel, Nataly Peña y Héctor Suárez son arquitectos, profesionales voluntarios, y durante tres meses, entre mayo y julio, estuvieron codo a codo con la junta de vecinos diseñando las áreas verdes para mejorar el entorno habitacional, conformado por más de 20 edificios.

La finalidad del proyecto fue mitigar los impactos medioambientales producidos por las emanaciones de gases contaminantes, al mismo tiempo de mejorar la estética del paisaje con el cual los vecinos viven día a día.

La asesoría nació por la propia inquietud de la comunidad por revitalizar su entorno. “Los vecinos estuvieron en todo momento abiertos a dialogar, a opinar, a ayudar, los que nos permitió generar lazos de confianza y mejorar las propuestas. La voz de la comunidad es la guía de todo el proyecto, es una comunidad participativa y empoderada, con anhelos de progresar”, destacó la arquitecta Lía Seguel.

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El proyecto

La problemática de la comunidad estaba relacionada con la deficiencia de áreas verdes, zonas residuales en desuso y el uso indebido de espacios. Sumado a esto la cercanía con la refinería de petróleo de Enap.

Según Víctor Domínguez, presidente de la Junta de Vecinos, la preocupación principal es la seguridad del sector y el acceso que tienen a sus viviendas. También, el aumento de la cantidad de barro y humedad que hay en las áreas no edificadas durante los meses lluviosos.

“Cuando llueve son los días con más olor a residuos”, agregó la vecina Sandra Hernández.

Las jornadas de trabajo se dividieron en siete sesiones, a través de las cuales trabajaron una propuesta que fue incorporando en todo momento las ideas y sugerencias de los propios vecinos.

El resultado fue la entrega de una memoria de intervención paisajista, que contempla cuatro tipos de áreas, de acuerdo a la cantidad de luz, sombra y humedad que reciben en las diferentes estaciones del año.

Así, por ejemplo, contempla una zona de sombra para especies con requerimientos de suelos húmedos, con plantas y flores de baja altura (helechos y calas) sobre bloques de cemento.

Un segundo espacio es para zonas de luz, incluyendo mobiliario urbano que permite la estancia y contemplación, conformado por bloques de cemento y palos de madera. Aquí las plantas, como jeringuilla, romero, lirios, lavandas y camelias, son las adecuadas para adaptarse a las características urbanas

Una tercera y cuarta zona están pensadas para espacios de sombra entre bloques de edificios y para el sector de bombas, respectivamente.

El objetivo de los arquitectos fue proponer un proyecto con balance ambiental, que garantizará espacios de recreación, ocio y convivencia para los vecinos.

Los próximos pasos de los vecinos son conseguir el financiamiento necesario para implementar el proyecto, para lo cual se acercarán a Enap, cuya refinería se ubica frente al conjunto habitacional, o bien postular a fondos públicos.

Alejandro Valenzuela

28 de julio de 2017